lunes, 27 de diciembre de 2010

viernes, 17 de diciembre de 2010

jueves, 16 de diciembre de 2010

domingo, 28 de noviembre de 2010

"jarapa azul"


autorretrato tumbado en sofá
cera acuarelable y rotring

mi abuelita hardcore


ilustración con algún tiempecillo que no había subído no se por qué
está realizado en cera y lápiz acuarelable.

lunes, 4 de octubre de 2010

John Corrado "Junior" Soprano




viene a ser mi trabajo de las dos últimas semanas, a mi ritmo, grafito, lápiz conté y lápiz de color

jueves, 10 de junio de 2010

...llegó el sucio y cargante grunge!



tras pasarlo por fotochoped




bocetillo a lápiz

miércoles, 9 de junio de 2010

miércoles, 2 de junio de 2010

rúlate una "ámbar", es algo tan sencillo como...


y así más o menos se va a quedar rap solo hardcore!


el bocetillo, habrá que darle color y sus retoquillos vacilones pero la base anda algo así

lunes, 31 de mayo de 2010

en compañía del paquete de Camel

Abrí un ojo y estaba en compañía del paquete de Camel.

Era temprano, no recuerdo exactamente a qué hora, pero a través de la fina y raída cortina del balcón cerrado de mi dormitorio, se veía que aún tenía más fuerza la luz de la farola que la del nuevo día que comenzaba.

Recuerdo mi habitación como un cubículo diminuto, un polígono irregular de forma parecida a un embudo. La puerta acompañaba en su hermetismo al balcón lo que potenciaba en el lugar una sensación de claustrofobia asfixiante. Pese al tamaño minúsculo del cuarto, mis ojos (bastante hinchados aún por el abuso del sueño) no llegaban a distinguir la puerta; una densa y gris neblina lo cubría todo. Parecía que hubiera despertado en el Londres del siglo XIX, paseando por la noche con la incertidumbre de estar siendo observado.
Nervioso, me puse en pie y encendí la luz.
Allí estaba, sobre la mesa...
...el tabaco me miraba, hipnotizándome.

Intenté salir del dormitorio pero la puerta estaba atrancada, por algún motivo, desde el exterior. Es como si me hubieran encerrado aquí con él, a solas. Me dirigí al balcón, sintiendo el frío de la loza directamente en mis pies descalzos, pisando múltiples cosas pero no sentía dolor, solo la imperiosa necesidad de respirar aire puro. El vicio del lugar no pudo con la adrenalina, que no sin esfuerzo, me ayudó a abrir el balcón y salir al exterior. Toda la nube de humo salió expulsada ahora hacia afuera, un torbellino que giraba sin saber hacia dónde pero siempre hacia delante. Pasó a través de mi, por cada hueco que quedaba en mi cuerpo, que observaba sin poder moverse, como estaba siendo devorado.

Me cubrí la cara con las manos, para protegerme de la columna de humo que me atravesaba por cada rendija que encontraba, pude ver que mis dedos estaban tiznados de un ocre amarillento, el humo parecía haberse ralentizado sobre mi cuerpo...
...y el tabaco me estaba oliendo, hipnotizándome.

No fueron mucho más que unos segundos de pánico exagerado, tenía el corazón disparado, no se cómo pude aguantar de pie... recuerdo también ahora como me temblaban las rodillas. Pero lo estaba soportando, al menos por el momento. Volví a entrar al cuarto, decidido a salir por la puerta anteriormente inservible, pasé junto a la mesa y no vi el paquete de tabaco.... me detuve, estaba inmóvil junto a la puerta, buscándolo con la mirada... sentía cómo mi pecho volvía a su latido calmado y tranquilo poco a poco; ese respirar acompasado que parece bailar sobre el ritmo que le marca un saxo.

Una última inspiración profunda... y decisión, supongo que fueron los desencadenantes para que mi mano agarrara el pomo y con firmeza lo bajara para abrir la puerta sin ningún tipo de esfuerzo. ¿Qué había sido de la oposición encontrada anteriormente? Con la desaparición del paquete de tabaco de la mesa, también habían desaparecido las barreras que me impedían salir de esta improvisada cárcel matinal.

La suave luz que entraba por la ventana del balcón e iluminaba el pasillo se colaba sutilmente por la puerta entreabierta, me bañaba los pies. Pude entonces comprobar los destrozos causados en ellos, pisar cuanto había tirado por el suelo...huyendo despavorido hacia el balcón. No pude contener el reir, en ese momento, de mí mismo por pensar qué habría hecho acaso, ¿saltar por el balcón del segundo piso por creer que el paquete de tabaco me estaba intimidando? Desde luego... Levanté la vista mientras abría la puerta por completo y entonces lo vi, parado ante mí, en el umbral de la puerta.
Bloqueando la salida de nuevo..

Me tendía una mano, manos formadas por cigarrillos, dedos con aros de pólvora que me querían coger...
...entonces el tabaco me quiso tocar, hipnotizándome.

Mi brazo se estiró, sin comprender el porqué....agarró uno de los largos dedos con forma de cigarros y tiró de él. Sin darme cuenta ya tenía el dedo en la boca y el Camel me ofrecía fuego, con cara amigable.

...La gota de sudor caía por mi frente, deteniéndose unos instantes por cada arruga que producía mi ceño fruncido. De súbito, abrí los ojos y estaba en compañía del tabaco.

Desperté empapado en sudor, la sábana enredada por las piernas denotaba una lucha nocturna con mis sueños. Pero había despertado y estaba tranquilo. Encendí la luz del cuarto, cogí el paquetillo de Camel de la mesita de noche, encendí un cigarro y pensaba en que ahora ya estaba a salvo....

...¿o no?

lunes, 10 de mayo de 2010

jueves, 6 de mayo de 2010

martes, 27 de abril de 2010

lunes, 26 de abril de 2010

miércoles, 21 de abril de 2010

miércoles, 14 de abril de 2010

domingo, 11 de abril de 2010

martes, 23 de marzo de 2010

domingo, 7 de marzo de 2010

WAKE UP!!


...el sonido del despertador lo inundó todo. Déjame dormir un ratito más, mamá, por favor, solo un poquito más....

Pero no había ninguna mamá, tan solo yo en mi cama toda sudada y el pequeño reloj despertador de propaganda que Fran había dejado en el dormitorio unos días antes de irse.

Abrí un ojo, busqué a tientas hasta que por fín conseguí hacerlo callar. Todavía aguanté tumbado unos minutos más intentando pensar en este nuevo día que comenzaba....eran las nueve de la mañana pero el bullicio exterior entraba por el balcón del dormitorio golpeando a mis oídos con violencia. No había marcha atrás, tenía que despertar.

El cruce de la calle "Santa Bárbara" con "Acera de Canasteros" era un continuo ir y venir de gentes con prisa. Se oían gritos, una joven intentaba inútilmente que la grúa no se llevara su coche. La cara de preocupación y frustración no conseguían su propósito...

-Lo siento, decía la voz de uno de los policías locales, solo cumplimos con nuestro trabajo...

Yo suponía que usaban el plural para hacer de la unión de la pareja un todo más fuerte, manteníanse unidos, pensaba.

La grúa comenzó su huída con el pequeño "Opel Corsa" cosido a su enganche. Un papel rosa brillaba en la luna delantera presagiando un disgusto todavía mayor, ya reflejado en la cara de la propietaria.

Cada metro avanzado era acompañado por otros sonidos incesantes de motores de coches, motocicletas, peatones, ladridos de perros y de sus dueños, peleando entre sí por aclarar quien ha pisado los excrementos de quien; sin llegar a detenerse si quiera; sin mirarse a la cara si quiera; no tenían tiempo para pararse, la ciudad de Granada ya hacía horas que había amanecido.

El tintineo de sillas y mesas del "Tablón" al montar la terraza para los desayunos se fundía con todo el jaleo y en ese momento llegó a mí el olor mañanero de café recién hecho.

-¿Quieres desayunar? ...

-Ana me miraba con cara amigable, justo en el umbral de la puerta. Su taza de café humeaba, olía tan bien....
....también ella....

-¿Cómo resistirme a tu café recién hecho? pensé diciéndolo en voz alta, dejando escapar una leve sonrisa a la cual ella respondió con otra más imperceptible aún.

Desayunamos juntos en el balcón del segundo piso, acompañados de toda la gente que sin detenerse, ojeaban indiscretamente hacia arriba, acompañando cada bocado que dábamos al pan tostado untado con mantequilla.

Al terminar el desayuno, nos liamos unos cigarrillos y mientras nos los fumábamos, comentamos banalidades sobre los transeuntes acusados por la prisa. Vimos abrir la tienda de nuestros vecinos chinos, bajo el cartel que nomina a la calle "Santa Bárbara", el sonido de la persiana siendo levantada por el oriental descamisado fue el resorte que hizo que Ana se metiera en su cuarto a preparar su examen del día siguiente.

Apagué mi pitillo en un improvisado cenicero de exteriores, (media lata de patatas fritas "Pringles") y la colilla hizo compañía a las tres que denotaban mi ansia fumadora de la noche anterior. De nuevo estaba solo, el humo que salía de la pequeña lata formaba una fina columna ascendente que caracoleaba con el aire, bailando entre los barrotes del balcón, subiendo sin vértigo hasta los inicios del tercero.

Me levanté, fui a ver a Ana, estaba tumbada en la cama leyendo sus apuntes de derecho penal.... muy interesante.... le dije irónicamente mientras me acercaba para intentar besarla en los labios. Ella respondió a mi ironía con una bofetada y una sonrisa.
No me quedó más que ruborizarme y como Vivien Leigh en "Lo que el viento se llevó" me decía a mi mismo que ya pensaría en cómo hacer que Clark Gable volviera a mí mañana.

Volví a mi cuarto, me lié otro pitillo y me lo fumé tranquilamente.

sábado, 6 de marzo de 2010

jueves, 4 de marzo de 2010

INDESCIFRABLE I

¿donde mirar?
¿qué hacer cuando todo se derrumba a tu alrededor y solo queda tu cuerpo, henchido de grandes males a punto de reventar...?
¿dónde mirar?
¿qué hacer cuando todo se derrumba a tu alrededor y solo queda tu mente, cargada de pequeños matices, manteniendo un pulso con la cordura sin saber a ciencia cierta si vas a ganar o a perder?
¿dónde mirar?
¿qué hacer cuando todo se derrumba a tu alrededor y solo quedas tu y frente a ti un mundo inerte, vacío y sin ningún tipo de motivación...?

...y así sigue, tan solo espero no morir esta noche y durar un día más